Leyes del Ánkar

De las anotaciones del maestro Sandro, cronista del Arca para su clase de iniciación a la ciencia mesmérica.

El Ánkar y su sistema de magia.

Partimos de la base de que todo en este mundo tiene una «carga mágica», una energía universal de la Ciencia Mesmérica que estudian los magos del Ánkar desde que tenemos conocimiento de su existencia.

Los archivos encontrados en la Biblioteca del Arca, traídos a Lanssat por Hornnak el conquistador tras sus numerosos viajes y saqueos durante la época de las Guerras Apátridas,  revelan que existió una antigua civilización, desaparecida hace milenios sin explicación, pero cuyas ruinas y legajos hemos podido acumular con el tiempo gracias a la gloria y sabiduría de nuestro magnánimo emperador, Connor el sabio, Connor el implacable, que invirtió tiempo y recursos en dotar al Arca del sistema de bibliotecas moderno y avanzado del que hoy disponemos, con una sección de alquimistas, magos y hechiceros que se especializaron en el estudio del Ánkar.

Nosotros estudiamos la sabiduría de aquellos magos pretéritos, ellos nos abrieron el camino hace milenios, pero sus conocimientos nos llegaron inconexos e indescifrables, en lenguajes prohibidos o desconocidos. El hermetismo era sin duda parte de su culto y solo los iniciados tenían acceso a cierta información. A pesar de lo cual hemos juntado muchas piezas de este puzle, y hoy podríamos concluir muchas cosas sobre la ciencia del Ánkar.

Vamos a ello:

Si se lleva una piedra de Ánkar encima, el usuario que quiera darle uso canaliza su propia magia interior, su energía mesmérica, a través de ella. Es una energía vital que todavía estamos estudiando, todos la tenemos, en mayor o menor volumen… Al igual que las piedras, las plantas, los animales o los fenómenos de la naturaleza. Todo en este mundo tiene su propia energía.

El Ánkar puro es neutral, un mineral transparente, similar a una piedra de cristal de cuarzo. Pero el Ánkar tiene la propiedad de generar una suerte de simbiosis con todo aquello que toma contacto con él. Es en sí mismo un combustible que reacciona a los elementos. Esto nos ha permitido crear motores de explosión, de vapor de Ánkar, de agua, de niebla o de viento. Si algo genera energía, el Ánkar la multiplica, la canaliza o la concentra”.  Y al igual que genera simbiosis con los elementos del territorio en el que se ha formado, la genera también con los seres que le dan uso.

De esto concluimos que el Ánkar neutral puede facilitarnos la realización de hechizos básicos no elementales: absorbiendo la energía del sujeto que le da uso:

Un rayo de energía. Una curación superficial. Levantar un objeto o desplazar con telekinesis, calentar o enfriar una superficie… pero siempre a un nivel de gestos básicos y  SIEMPRE para gente que esté entrenada en su uso (salvo en el caso del Ánkar oscuro).

A esto lo solemos llamar «canalización mesmérica»Y tiene un equilibrio en el que juega un aspecto esencial la energía del que lo porta. Esa energía se puede entrenar, para focalizarla, concentrarla y acumularla. La meditación y el entrenamiento mágico es esencial en este punto para ser un buen mago/hechicero.

Sombras de Kadazra, Arte de Fran Fernández

Al adquirir coloración, el Ánkar ha absorbido ya cierta energía de su entorno, y así nacen los primeros magos elementales, que transforman en magia elemental esa canalización. En algunas minas de Kadazra la piedra se apropia durante su formación de las características de la magia del terreno (el territorio también tiene su magia). Esto indica al mago qué puede sacar de la piedra.

  • Ánkar rojo /  fuego. Energía de tierras volcánicas o con altos niveles de sulfuro. Fuego/calor/explosión/ataque.
  • Ánkar tierra. Zonas desérticas, arcillosas o secas… permite interactuar con otros elementos minerales o con la propia arena del desierto. Levantar muros, fusionar piel y piedra…etc.
  • Ánkar verde. Propio de zonas con grandes bosques, impregnado de la energía de las raíces y las tierras con abundante vegetación. Es el ankar de la vida, muy versátil en la canalización de energía vital, curación de venenos o para interactuar con animales y plantas.
  • Ánkar agua / azul. Curación y protección. Uso del agua en sus tres estados. Los magos más experimentados pueden incluso usar la humedad del aire o interactuar con el agua de su propio cuerpo o el cuerpo de sus enemigos.
  • Ánkar blanco / aire. Magia de aire y también de curación, de limpieza y protección. Al igual que la magia de agua, la elemental blanca se ha canalizado como energía de curación gracias a su abundancia, permite al hechicero hacer uso de la energía de la atmósfera para canalizar la energía mesmérica necesaria en estos hechizos. Concentrar un golpe de viento. Como ejemplo de la necesidad de estar cerca para canalizar cierta magia, asfixiar a un enemigo a varios metros es algo que solo los magos blancos más experimentados podrían hacer, pero si tocan el pecho o el cuello de su objetivo pueden absorber el aire que respira y dejarlo inconsciente o sin aire en pocos segundos, etc…

ESTO NO QUIERE DECIR QUE LOS MAGOS O HECHICEROS, EN SU ELEMENTO, FLOTANDO EN EL OCÉANO, AL AIRE LIBRE, O EN LA TIERRA DEL DESIERTO, TENGAN ACCESO A ENERGÍA INFINITA. Todo debe pasar siempre por el filtro de su cuerpo y su mente, el aguante físico y mental del mago son esenciales para que su magia se canalice, y por tanto la limita y determina y es importante no sobrecargarse en esa canalización. Un mago rojo poco experimentado puede explotar o quemarse si se arriesga a canalizar una energía excesiva de Ánkar fuego. El dominio de esta disciplina mesmérica está más en el equilibrio y el control que en otros parámetros. Así pues. El jugar con su elemento ayuda al mago pero su cuerpo y su mente son los que limitan también el uso de la magia.

Así, podemos determinar dos parámetros claros para establecer el poder de un hechizo de Ánkar.

I. La cantidad de energía que haya acumulada en la piedra de Ánkar que se esté usando

II. La fortaleza física y mental del mago que le da uso. Su entrenamiento y experiencia, es decir, su nivel.

Una excepción a todo lo anterior la tenemos en el llamado Ánkar prohibido u oscuro.

Uno de los documentos más antiguos que poseemos establece algunas normas que no se deben quebrantar en el uso del Ánkar. Aunque incompleto, el texto deja claro que existen riesgos tremendos cuando se transgreden las leyes del equilibrio natural.

BAJO PENA DE EXPULSIÓN DE LA SAGRADA ORDEN DEL ARCA, QUEDA PROHIBIDO

I. las invocaciones que atentan contra las leyes de la vida y la muerte. La nigromancia está totalmente prohibida.

II. Jugar con el tiempo o el espacio. Abrir el tejido de la realidad.

III. Moldear la mente o el pensamiento

IIII. Matar o provocar plagas y enfermedades 

V. Los injertos de piedra de Ánkar en bruto. Introducirlo sin prótesis, engastadas o sin tratamiento previo, directamente en la piel o en el cuerpo.

VI. la fabricación de drogas o medicinas sin supervisión de un Maestro del Arca que acredite la formación adecuada).

Todo lo anterior podría provocar un sinnúmero de efectos secundarios que siguen siendo objeto de estudio por parte de los especialistas del Arca. Esto tiene consecuencias inesperadas en el mago que lo aplica. Necrosis en la piel y en órganos internos, taciturnia, ataques de ira… contacto con entidades desconocidas…

Evidentemente, hay magos que aplican estas ciencias prohibidas por motivos de estudio o experimentación, pero siempre en entornos controlados.

Aunque somos conscientes de que existen en Kadazra fuerzas ocultas, o pobres locos desdichados que «juegan» a ser dioses quebrantando esta normativa.

Sabemos que existen grupos ocultos que aprenden la magia psíquica, capaces de nublar la mente de sus enemigos, de provocar visiones de horror, de alzar a los muertos, abrir portales en nuestro mundo y en los otros… Que sepan que con su temeridad ponen en peligro no solo su propia existencia, sino la de todos los demás.

Aquí nace el peligro del Ánkar oscuro. Un Ánkar artificial, engañoso, fabricado en laboratorio mediante sacrificios de sangre y vida. 

Una vez cargado, no requiere de gran destreza o poder especial para canalizar la magia y multiplica el poder de los hechizos de forma notable. Pero la energía que desprende es siniestra, apesta a sulfuro e impregna la atmósfera allí donde se acumula.

Existen muchas variedades de Ánkar oscuro y una sola forma desconocida de fabricarlo, que se mantiene en secreto, oculto, bajo llave, en los sótanos de las fortaleza de Nurash. 

Y sí, este Ánkar otorga tremendas ventajas,  multiplica por 10 incluso por 20 la energía concentrada en una piedra de Ánkar estándar, pero el precio a pagar es demasiado alto, su uso genera dependencia, adicción… y termina por consumir el espíritu de aquel que sobrepasa los límites. El uso continuado pone en peligro la cordura y estabilidad del hechicero, hasta límites en los que hemos preferido no adentrarnos. Paranoia, ataques de ira, necrosis, locura y por último, la muerte en vida.

Es fácil de identificar porque adquiere tonos del negro al morado y su olor es bastante característico.

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